La posibilidad de sufrir un accidente está presente tanto en casa como fuera de ella. Precisamente por esto, se han diseñado normas para proteger a las personas en sus lugares de su trabajo, sin subestimar ningún oficio, por más seguro que parezca. Sin embargo, poco se toman en serio riesgos laborales restaurante por pensar que nada puede ocurrirles.

Un error recurrente entre empleados y propietarios de empresas es pensar que porque en el lugar de trabajo no se está expuesto a químicos, gases, sustancias inflamables o el desempeño de las funciones no se realiza a grandes alturas, es posible prescindir de las recomendaciones y normas preventivas para evitar accidentes laborales.

Sin embargo, en un restaurante aunque los riesgos de lesiones no son de los tipos antes mencionados es posible que ocurran hechos que, de no seguir las normas de prevención de accidentes, generen lesiones lamentables.

Como trabajadores es necesario tener en cuenta que en un restaurante existen probabilidades de sufrir quemaduras, lesiones por utensilios filosos y por la manipulación de aparatos eléctricos. De tal forma que es sumamente importante actuar con cautela.

Es mejor prevenir que lamentar

No obstante aunque estemos rodeados de situaciones potencialmente peligrosas para nuestra salud e integridad física, acatar y tomar en serio las normas de prevención de accidentes pueden generar un panorama totalmente diferente.

En este sentido, para quienes se desempañan en el área de la cocina de un restaurante es primordial procurar una buena comunicación con el resto de sus compañeros, ya que muchos accidentes ocurren por los tropiezos que descontrolan a la persona que  manipula los utensilios de cocina.

De igual forma, para evitar quemaduras por contacto directo con el fuego o a través del calor o vapor de ollas y otros utensilios es fundamental el uso de guantes protectores.

Adicionalmente, los años de experiencia no debe ser motivo para confiarse en la ejecución de las labores y descuidar la observancia de dichas normas, ya que las consecuencias de un infortunio pueden ser trágicas y si se demuestra que la negligencia es responsabilidad del trabajador, el empresario podría librarse del deber de indemnizar.